lunes, 13 de junio de 2016

El movimiento: La primera forma de aprender

Muchas veces le restamos importancia a la forma en la que nos movemos o desplazamos, quizá porque nos sale de manera natural, lo que en psicología se denomina “un proceso automático”.

Nuestros niños tienen que aprender y para ello, pasar por cada uno de los hitos del desarrollo, y tanto los profesionales que trabajamos con ellos como su familia somos muy partícipes de esa preciosa evolución.

En el taller  de “Neurodesarrollo Bobath” al que participaron algunas de las Escuelas Infantiles Nemomarlin, pudimos comprobar en primera persona, qué siente un niño cuando se desplaza gateando, reptando, “culeando”, o caminando.
También entendimos la importancia de ir pasando por todas las etapas y por qué es aconsejable gatear aunque sólo sea como posición de transición para ponernos de pie.

En el ámbito educativo y dentro del aula pueden surgir algunas dudas acerca de si el desarrollo motor de determinados niños está siguiendo las directrices de lo que acostumbramos llamar “normal”.

Pues bien, siempre que algo nos llame la atención es muy aconsejable remontarse a los hitos más importantes, conociendo que por ejemplo un bebé aprenderá a controlar la cabeza aproximadamente en el segundo mes, o que debe aprender a gatear alrededor de los 8 ó 10 meses.

Pero en estos tiempos que corren y bajo la premisa que se acostumbra decir que “los bebés nunca deben estar boca abajo hasta por lo menos el cuarto mes de vida”, nos encontramos numerosos casos de niños que ya han pasado el año y apenas empiezan a levantar el “culete” e intentan gatear.
Por eso, en este taller hemos querido repasar las diferentes etapas y conocer qué podemos hacer si queremos estimular alguno de esos hitos como por ejemplo el volteo o el paso a la verticalidad.


Entre risas y contando con la colaboración del pequeño Mateo pudimos revisar cómo son los patrones de movimiento “normales” y cómo inferir sobre ellos de manera sencilla y divertida. Eso sí, ¡las agujetas del día siguiente no se las quitó nadie!

Adriana Pastor Contreras
Fisioterapeuta pediátrico Nº col 8853
Servicio de Fisioterapia Cero6
Directora de AtempoCare: fisioterapia y atención temprana

martes, 31 de mayo de 2016

“El porqué de la música en la Educación Infantil”

Quizás no todos saben que el oído es el primer órgano sensorial que se desarrolla dentro del útero: el feto oye, reacciona al sonido y aprende de él, por lo que los niños/as están en contacto con la música incluso antes de nacer. Con los sonidos del ambiente que le rodean, de la madre, del padre,…el bebé se desarrolla en un entorno sonoro diverso y complejo, por lo que la educación musical puede comenzar desde incluso antes de nacer, y puede “iniciarse en el seno materno si la madre canta o escucha música”: el bebé reacciona ante determinados sonidos, modificando su posición y generando una respuesta cuando los oye.

De esta forma, se ha demostrado que los sonidos graves por ejemplo tienen un efecto más relajante que aquellos que son agudos, y que hay sonidos que agradan al bebé y le proporcionan relajación y tranquilidad.

El niño/a responde y actúa en consonancia a la entonación, ritmo, intensidad, expresión,…de los sonidos. Todo ello va a ser la base para sus primeros intentos de vocalización.


Las canciones de cuna, por su parte, proporcionan al niño/a bienestar, relajación, estrechan el vínculo de la madre con el hijo/a, siendo una actividad en la que los dos están conectados (voz-escucha).
El empleo de ritmos lentos, sin cambios bruscos,…son rasgos definitorios de las canciones de cuna, siendo muchas de ellas melodías sencillas en las que no es necesario entonar con letra, sino solo con los  sonidos, siendo capaz de combatir y ayudar a prevenir y tratar los trastornos del sueño en los bebés.

Es fundamental, por tanto, el papel del adulto de referencia del bebé (tanto padres como educadores) en los primeros años de vida, con objeto de acercar al niño/a a la música y desarrollar la capacidad auditiva.

Además la música provoca en los niños/as un aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración; es una manera de expresarse; estimula la imaginación y la creatividad infantil; al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular; brinda la oportunidad para que los éstos interactúen entre sí y con los adultos; etc.

Así pues son numerosos los aspectos positivos que provoca la música en el desarrollo integral del niño/a, y es por ello que es importante integrarla en las aulas de educación infantil como medio de desarrollo de éste.

Por todo ello este sábado el equipo de la escuela infantil Buen bebé ha compartido conmigo unas horas en las que hemos reflexionado sobre todos estos beneficios, además de descubrir juegos para poder introducir de una forma novedosa la música en el aula: un repertorio de canciones apropiadas para Educación Infantil con las que iniciar al pequeño en la audición activa, asimilando los primeros elementos que conforman la música como  el sonido y el silencio, el concepto de intensidad del sonido y la coordinación de los movimientos fomentando el trabajo en grupo.

Daniel García
Profesor de Música, Compositor y Guitarrista.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Gorro con orejas de conejo

¿Qué es la creatividad? ¿Por qué en la profesión de un educador es tan necesario ser creativo?

La verdad es que a la primera pregunta desde la antigüedad se ha intentado dar respuesta: la Creatividad es una capacidad…la de saber ver nuevas posibilidades en lo que nos rodea, y hacer algo para modificarlo.

Por ello cuando trabajamos con los niños no solo hay que pensar en la creatividad como el instrumento para idear actividades para las aulas, sino sobre todo, como un recurso importante cuando nos damos cuenta que algo no funciona como esperábamos y por ello tenemos que buscar soluciones efectivas para salir de esa situación de estancamiento.

¿Qué ocurre en el día a día de una escuela infantil? Que vamos a 100km/h por ello necesitamos tener bien claro lo que vamos a hacer, y por eso tenemos nuestras programaciones diarias, pero…siempre hay peros, trabajamos con niños y un día por lo que sea, uno de nuestros niños llega a clase con un gorro con orejas de conejo y la maravillosa actividad programada pasa a un segundo plano porque a todo el grupo le atrae ese gorro con orejas de conejo. Surge un problema… y ahí entra en juego la creatividad, ¿qué vamos a hacer en esa situación para sacarle partido a ese elemento a priori distractor?


Cuando el educador va más allá del análisis del problema e intenta poner en práctica una solución consigue producir ese cambio necesario para poder seguir adelante. Esta es la creatividad: ver un problema, tener una idea, hacer algo sobre ella para obtener resultados positivos. Por ello es importante que el educador sea Creativo.

Este martes el equipo de El Nido de San Lorenzo se ha reunido para descubrir cuanta creatividad hay oculta en él, a través del curso La creatividad en el aula de infantil.

La creatividad está latente en casi todas las personas en un grado mayor que el que generalmente se cree, y eso descubrieron las educadoras del Nido de San Lorenzo. Otro aspecto que se destacó esa tarde es que cuando se trata de creatividad e inventiva, lo emocional es tan importante como lo intelectual.


Después de habernos sacudido el miedo al ridículo y haber declarado guerra al conformismo que nos lleva a hacer las cosas como siempre se han hecho o como lo hace todo el mundo, a través de un brainstorming, hemos dado el primer paso para poder crear actividades innovadoras y no aburrirnos en nuestro día a día.

Emma Caminiti
Socia Directora Cero6


Creación y organización de la formación de directivos de escuela y personal de aula.