Ayer tuvimos la segunda sesión de
la charla en la escuela Nemomarlin Arganzuela.
La verdad es que fue un verdadero placer la implicación del equipo para mover
la participación de las familias y por supuesto el interés que tienen los papás
y mamás en hacer las cosas bien.
Cómo sería que las preguntas que
iban surgiendo se adelantaban a los contenidos de la presentación. Algunas
familias tenían serios problemas en la alimentación de sus hijos, niños
inapetentes que necesitaban muchas distracciones para comer un poco del plato.
Al final el dilema es; ¿utilizo
todo tipo de estrategias para que coma porque está bajo de peso o trato de
relajarme en los momentos de la comida para no trasladar esta angustia y que
finalmente se convierta en una llamada de atención?
Pues la respuesta no es sencilla,
pero en la mayoría de los casos los problemas relacionados con las rutinas, ya sea sueño o
alimentación, que en la escuela no se producen, van relacionados con actitudes
que generamos los adultos. De forma que anticipamos el problema sin que haya
sucedido o nos impacientamos y cedemos demasiado pronto. Con esto lo que le
mostramos al niño es que puede con nosotros y que en casa las normas las
marcan ellos.
Somos consciente de que la decisión no es fácil pero, las distracciones están bien para conseguir que coma; siempre y cuando no demande constantemente un cambio de estímulo o que pese al "circo que montamos" no coma, pues en este caso lo único que quiere es jugar, por lo tanto el entretenimiento no es más que una llamada de atención.
Debéis tratar de relajaros en cuánto a la pérdida de peso o los famosos percentiles, si el niño está sano y feliz, no debería ser el tema de preocupación para todos, sino tratar de normalizar la rutina de la comida y hacer que este momento sea tranquilo y sin enfados o presiones, ya veréis como poco a poco empieza a mostrar otra actitud hacia la comida porque la nuestra ha cambiado.
Somos consciente de que la decisión no es fácil pero, las distracciones están bien para conseguir que coma; siempre y cuando no demande constantemente un cambio de estímulo o que pese al "circo que montamos" no coma, pues en este caso lo único que quiere es jugar, por lo tanto el entretenimiento no es más que una llamada de atención.
Debéis tratar de relajaros en cuánto a la pérdida de peso o los famosos percentiles, si el niño está sano y feliz, no debería ser el tema de preocupación para todos, sino tratar de normalizar la rutina de la comida y hacer que este momento sea tranquilo y sin enfados o presiones, ya veréis como poco a poco empieza a mostrar otra actitud hacia la comida porque la nuestra ha cambiado.