La mejor forma de trabajar la psicomotricidad en casa es dando a los niños cierta libertad a la hora de hacer diferentes ejercicios, sin olvidarnos de motivarles y estimularles para que desde pequeñitos no se vuelvan cómodos. Para ello se acordaron ciertas pautas de actuación.
Hay que tratar de dejarles que hagan los ejercicios por su cuenta, ayudándoles si lo requieren, pero sin coartarles; y favorecer un espacio que les permita realizar actividades sin problemas y sin peligro. Casi todos los espacios pueden ser buenos para trabajar la psicomotricidad, siempre con supervisión del adulto.
Los papás deben involucrarse y motivarles para que logren éxitos, disfrutando esos momentos y realizando los ejercicios con alegría.
La acogida tanto por parte del personal del centro como de las familias fue estupenda. Participaron poniendo en común sus experiencias y resolvimos las dudas que se plantearon. Casi todos ellos resultaron ser unos expertos psicomotricistas sin ser conscientes de ello.
Fue muy enriquecedora."
Esta experiencia está basada en el Curso La Psicomotricidad en la Escuela Infantil
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