lunes, 16 de marzo de 2015

¿Cómo conocen el mundo los bebés?

Tanto desde el campo médico como el educativo, hay una clara apuesta por la estimulación sensorial a edades muy tempranas, lo que antes era concebido como una ayuda en el desarrollo de un niño cuya maduración se aletargaba, hoy en día forma parte de la educación en las escuelas.

¿Y por qué? porque los procesos superiores del conocimiento, la inteligencia y el lenguaje se desarrollan a través de la información que recibe el niño a través de los sentidos. Con estos estímulos del entorno el niño elabora sus primeras sensaciones y percepciones que constituyen los procesos básicos del aprendizaje.

Viendo, tocando, oliendo y explorando el entorno mediante el movimiento, el niño va asimilando experiencias y descubriendo los objetos y sus características. De ahí la importancia de  estimular y ejercitar los sentidos. Por tanto, la riqueza de estímulos en intensidad, frecuencia y duración adecuada producirá un buen desarrollo del cerebro, logrando de esta forma un desarrollo armónico tanto de sí mismo como con el contexto que le rodea.

 

Un ejemplo de esto es la actividad de luz negra que os presentamos en este video; consiste en un pequeño teatro en el que tan solo acompañamos con música alegre y objetos de colores fluorescentes que brillan en la oscuridad. Para los niños supone una experiencia sensorial maravillosa en la que a través de la vista y el oído reconocen lo que está sucediendo.

¡No se asustan, al contrario, disfrutan del ambiente de magia que se crea!
 
Natalia Torres Thomas
Pedagoga y Maestra de educación infantil

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