A pesar de que no hace tanto tiempo, hablar de emociones y sentimientos era síntoma de debilidad, las cosas en el mundo de la educación están cambiando, y nos estamos acercando a las nuevas corrientes pedagógicas (que ya no son tan nuevas) y queremos incluir en nuestros centros educativos la inteligencia emocional para ayudar a nuestros/as alumnos/as a gestionarlas... qué palabra tan fea, y sin embargo, qué necesaria se ha vuelto en el mundo de la competencia emocional.
Por eso el equipo de la Escuela Infantil La Cucuna estuvo compartiendo unas horas de formación sobre “La inteligencia emocional en el aula de infantil”.
Mientras transcurrían los contenidos, fueron surgiendo diferentes anécdotas…y es que son las emociones las que guían nuestro día a día, y las que hacen que tomemos una decisión u otra...por ejemplo, si te piden prestado un bolígrafo y nunca vuelve… ¿cómo reaccionamos? ¿Cuál es la mejor opción?...es más, ¿hay una “mejor” opción?
Este ejemplo tan mundano evidencia la importancia de entender qué nos pasa, cómo nos afectan las cosas que pasan a nuestro alrededor y cómo vamos a reaccionar; y por otro lado, cómo voy a transmitir mi malestar valorando si afectará y en qué medida, a los demás.
"Identificar las emociones y expresarlas"
Este proceso tan complejo parte de la necesidad de identificar las emociones y expresarlas, parte de este malestar en muchas ocasiones podría aliviarse, quizás, hablando de ello… Esto se puede aprender desde las primeras edades, si lo trabajamos en el aula, mediante distintos recursos educativos, como caritas con las emociones básicas, dado de las emociones, expresiones ante el espejo o cuentos.
El siguiente paso de la gestión emocional es la empatía, entender que a los demás también les pasan cosas y cómo podemos ayudarles. En este caso, las educadoras son las verdaderas gestoras de los conflictos entre los/as niños/as, les dotan de herramientas para resolver la situación ayudando a pedir perdón, reparar el daño o compartir...
Por último, no podemos olvidar el papel de las familias; cada niño/a está influenciado por el estilo educativo que se da lugar en cada casa, de forma que éste repercute en el conocimiento y confianza en sí mismos/as, así como en sus relaciones sociales. Es importante establecer una relación fluida con las familias para ayudarles a potenciar el desarrollo emocional de su hijo.
Pasamos una mañana muy entretenida con el equipo educativo de La Cuncuna, muchas gracias por vuestra acogida, vuestra participación y por mejorar cada día el proceso de enseñanza-aprendizaje de las emociones en el primer ciclo de infantil.
Natalia Torres Thomas
Pedagoga y Maestra de educación infantil
Pedagoga y Maestra de educación infantil
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