La fisioterapia pediátrica: método preventivo en el aula

Hasta hace poco, en la creencia popular, se consideraba al fisioterapeuta como masajista que trata esguinces o cura dolores de espalda;  pero, afortunadamente, las nuevas tendencias en el cuidado permanente de la salud han abierto la puerta a un nuevo profesional: “el fisioterapeuta pediátrico”. Lo que un día comenzó como una especialidad dentro de la medicina de rehabilitación en el aula de educación especial, hoy se convierte en el profesional de referencia para consultar en casos de retrasos de desarrollo motor o alteraciones posturales (entre otros).

El trabajo del fisioterapeuta dentro del aula consiste en una serie de evaluaciones y valoraciones específicas de cada uno de los alumnos en las que reúna los resultados de las pruebas cuantitativas y cualitativas (como la medición de los recorridos articulares, el examen de postura, la auscultación para determinar los ruidos respiratorios, etc) y los comentarios o referencias de los educadores/profesores que conocen en profundidad al alumno. Con toda esta información el fisioterapeuta elabora un plan de intervención ajustado al ámbito escolar con una serie de pautas que le otorgará al profesorado y a la familia cuando el caso así lo requiera. De esta manera, los papás pueden sentirse más tranquilos ya que existe un profesional sanitario que vela por su salud y sigue cada uno de los hitos del desarrollo que van cumpliendo sus hijos.

Por otra parte, en algunos casos es interesante que tenga un acercamiento a los padres de aquellos alumnos que hayan mostrado cierta dificultad en alguna de las pruebas ya que así podrán intercambiar información acerca de lo que le preocupe a la familia, y lo que haya observado el fisioterapeuta. Así, también podrán recibir instrucciones sencillas para abordar esa situación y poder ponerse “manos a la obra”. 

Gracias a esta nueva incorporación son muchas las familias que han podido beneficiarse de la ayuda de este profesional para poderle consultar dudas y cuestiones que les inquieten (como por ejemplo que el niño tiene 10 meses y aún no gatea, que ya tiene 3 años y todavía no es capaz de saltar con los pies juntos, que anda de puntillas, o al caminar da la sensación de “meter los pies hacia dentro” en lugar de llevarlos correctamente alineados).

Además también es interesante para los profesionales de la educación conocer algunos de los baremos que se utilizan para valorar cuestiones relacionadas con el desarrollo motor y hacerse con algunas estrategias para paliar las dificultades.

También al contar con la ayuda de dicho profesional sanitario se pueden llevar a cabo a lo largo del año escolar actividades más divulgativas como escuelas de padres en las que se conozca un poco más a fondo su trabajo y los nuevos campos que se van abriendo dentro de la fisioterapia infantil como la fisioterapia respiratoria para prevenir o tratar el catarro, herramientas de estimulación para bebés de 0 a 6 meses o de 6 a 12, juegos de coordinación para niños más mayores, ejercicios para fortalecer la espalda y mejorar la postura, etc.

Es por todo ello, por lo que se le ha ido haciendo un hueco dentro del mundo de la educación con el fin de valorar, revisar y realizar un seguimiento exhaustivo de cada uno de los alumnos de la escuela.

Servicio de Fisioterapia Cero6 para Escuelas Infantiles

Adriana Pastor Contreras
Fisioterapeuta pediátrico 
nº colegiado 8853