lunes, 24 de abril de 2017

EDUCACIÓN Y PREVENCIÓN

A pesar de que parece que es un fenómeno de nueva creación, el acoso escolar o bullying es algo que lleva sucediendo desde siempre. El primer teórico del tema, Dan Olweus, ya nos advirtió de que el acoso escolar sucede en casi todos los centros educativos, sin importar el nivel socio cultural, económico, etc.

En la actualidad, muchos centros educativos están incorporando la prevención del acoso es su oferta educativa, pero dependiendo de la edad del alumnado, quizás, sea demasiado tarde. Se pretende que el alumnado de secundaria desaprenda comportamientos de sumisión, de dominación, de violencia, de agresión...cuando sería mucho más fácil aprender, desde el principio, comportamientos de igualdad, de asertividad, de autoestima, de empatía y cooperación.  Y todo eso, se aprende, o al menos, se debería aprender, desde que nacemos.

Los conflictos entre iguales surgen en cualquier situación en la que haya una  interacción social. Y esas interacciones empiezan desde pequeños, cuando desde bebés, empezamos a conocer el mundo y a interactuar con él, con las personas que tenemos alrededor.

No nacemos con unas habilidades sociales adquiridas, hemos de ir desarrollándolas con el tiempo y con las experiencias, y uno de los lugares donde mejor se puede hacer es en las escuelas infantiles.
El alumnado, de entre 0 y 6 años, empieza a desarrollar su personalidad y las relaciones con los demás, y será su manera de compaginar ambas cosas las que hará que tenga una adecuada inteligencia emocional que les permita convivir con menos conflictos.

Es en esa etapa además, donde es más necesario educar en igualdad, donde vean la diversidad como algo positivo, donde vean que la diferencia nunca es un arma para utilizar contra sus compañeros, y por diferencia entendemos género, color de piel, diversidad funcional...en pocas palabras, donde nadie se ría de nadie.

Y para poder educar en esa igualdad se ha creado Fénix, Nadie se ríe de nadie, un proyecto donde se pone en valor la diversidad, el respeto, la igualdad, donde, en base a una teoría, La teoría de la escalera, se desarrollan unas actividades para empezar el camino de la convivencia.

A lo largo de nuestra vida escolar, las diferentes situaciones y los variados contextos que vivamos, pueden situarnos en uno de los distintos papeles que se interpretan dentro del acoso escolar: víctima, agresor o testigos. La Teoría de la escalera nos ayuda a ir, peldaño a peldaño, construyendo nuestra personalidad y nuestras relaciones con los demás para que nuestro único papel dentro del bullying sea el de  pararlo.

Para las escuelas infantiles, Fénix presenta una serie de momentos educativos en los que el alumnado más pequeño empieza a conocerse, a conocer a los demás y respetar, tolerar y desarrollar la empatía.

En las escuelas Nemomarlin, ya están utilizando algunas de las ideas desarrolladas en Fénix. Nadie se ríe de nadie, convirtiéndose así en unas de las primeras escuelas infantiles en educar para la convivencia y la prevención del acoso escolar.

Además, desde las escuelas y Fénix, se apuesta por una relación activa con las familias, ya que son el primer agente socializador y es tarea de todos y todas el educar a la infancia. El equipo docente y las familias, codo con codo, dando lo mejor de cada uno/a, para ser agentes activos en la lucha contra el bullying, recibiendo la tan necesaria información que se necesita para comprender y erradicar el acoso escolar.

Adela Martin
Coordinadora de Proyectos 
Cero6 Consultoría Educativa integral

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