¿Qué hacemos con los abuelos?

Si educar a los hijos no siempre es tarea fácil, la cosa se complica aún más cuando en esa educación intervienen más personas… los abuelos, los tíos, hermanos mayores, cuidadores, etc. La pregunta más repetida es: ¿qué hacer si lo que le consienten es contrario a lo que hemos decidido los papás?

Es indudable, la dificultad que supone decirle a un familiar que no os gusta que le permita todo a vuestro hijo o que por favor, le deje llorar…Es cierto que ellos no tienen una misión educativa pero también es cierto que deberían ser conscientes de que si os desautorizan el mayor perjudicado es vuestro hijo, pues no le dejamos que adquiera las normas y rutinas de forma coherente. ¡Les volvemos locos!

Es por eso, que debemos sentarnos con ellos, por ejemplo los abuelos, y explicarles que necesitamos su colaboración para que esto de educar, resulte más fácil para todos y que aunque ahora no son los papás, en su día lo fueron y que a vosotros os educaron así: ¡y lo han hecho francamente bien! Es necesario que perciban que sois un equipo y no tiene que haber confrontación.

Si en algún caso, la situación es demasiado compleja y la comunicación no es fluida, es importante que sepáis que la mayor influencia educativa la ejercen los padres, y que pese a que les afecta que haya diferentes criterios a la hora de establecer su educación, los niños son perfectamente conscientes de lo que deben hacer y dónde lo tienen que hacer. Por lo que, no penséis que es una vuelta a empezar

Reconocerles todo lo que aportan, no darlo nunca por descontado: los valores, las costumbres, los juegos,  y sobre todo: ¡son los mejores contando historias!

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